jeudi 28 août 2014

Artículo sin valor

Los nervios se paran. La sangre gotea. Las manchas se van. Timorata, no se expande como ella pudiese sino que se aglomera para no desaparecer. Campos que bailan con soltura albergan la juventud infatigable en su morbosa ociosidad. Mas hubiese desentrañado su humilde función la rosa al afanarse en morir. Pero ésta no cambió, pudo matar alegremente a aquellos que intentaron arrancarla del suelo. Su firme resolución cortó manos, atravesó cuerpos y así se pudo teñir de un inmortal rojo. Los llantos de esa subclase de individuos considerados como bambinos se pueden acallar con un cuchillo, atravesando sus gargantas. Por un poco de silencio, matemos. ¿Quiénes  nos culparán?¿Los padres? Su felicidad tan sólo puede rebosar con atisbos de violencia que erróneamente interpretamos como tristeza o sentimiento de venganza. Aquello únicamente puede ser jactancia de un ser que no conocerá la lucha contra el tiempo que es la esencia de la descendencia. Morirá, ya no existirá siendo ello una de las mayores liberaciones posibles antes de que llegue la morbosa memoria para destruir la sustancia misma de lo que una vez fue. Todo reside en el cuchillo y con él la técnica empleada para rescatar al padre, ya que la madre tenderá a partir con el bambino, con ese instinto único de nuestros días. El Único es el mejor y por ello se fija una autolobotomización destructiva crucial y positiva para la especie humana. Ya que la desaparición de individuos puede sosegar al padre. Y éste puede desaparecer mansamente.

S.Twski

lundi 18 août 2014

The Fisher King melted with Mysterious Skin

Por el bosque se oían los pasos rápidos de una muchacha corriendo. También se podían distinguir los golpecitos que se daba en los brazos y en las piernas cuando creía que un mosquito le estaba picando. Una mujer de mediana edad vestida de negro con un bolso blanco corría hacía ella. Pasó a su lado. Ella siguió corriendo. Un pastor americano apareció detrás de un arbusto. Ella siguió corriendo. Poco después llegó a su sendero preferido, el que era paralelo a un pequeño riachuelo. Tres mujeres vestidas con impermeables rojos, unas capuchas puestas, unos tapabocas y unas largas pinzas se presentaron ante ella. Recogían tanto uñas como orejas, también algunas que otras rodillas que presentaban síntomas de hipertrofía muscular avanzada. Ella siguió corriendo. Se cruzó con un gran hombre negro que llevaba una bolsa de viaje. Su cinturón estaba recubierto de músculos mirtiformes que había recogido en el camino y que había pegado con esmero. Le dedicó una amplia sonrisa a la corredora. Pronto ésta llegó cerca de los toboganes. Numerosos sujetos se afanaban en una misma tarea. Esta vez no sólo tenían pinzas con las que cosechar los restos de las fiestas nocturnas del bosque sino que asimismo se vislubraban unas desmesuradas bolsas de plásticos repletas de desechos. En una mesa de madera se veían reunidos los víveres de los trabajadores. Siguiendo el ritmo de la taladradora, la deportista inició un bello sprint hasta el puente más próximo.
Había realizado un nuevo récord personal.
Satisfecha por su esfuerzo, se tumbó en el suelo y sobre un pellejo olvidado dibujó un árbol.

S.Twski
Orígen desconocido

lundi 11 août 2014

La homosexualidad masculina japonesa en los tiempos de postguerra.

BLANCO, blanco, BLANCO,
Unamuno, no, que no me arrojes al Pérez.
Que no, que no quiero ese árbol con esas cosas colgando,
que no me pongas al Vronski delante que le digo al Rimbaud
que te lance arcos sin flechas y te disparará su novio en la mano.
Y después a ver quien llora cuando se tire tu perro en las vías del tren y llegue tu vecino, el de Cai,
comiendo pescaito frito en tu entierro, y que después lleguen los vecinos enfadaos y con mala leche porque huele a pescao.
Que no hombre, que no.
S. Twski
I am a hero, Hanazawa Kengo
                                                     

lundi 4 août 2014

Los Indiferentes

Michele se va a caer. Se va a caer hacia delante. Se quedará acostado, reposando sobre uno de sus costados, un brazo extendido sobre el suelo, el otro sobre el vacío. Su cara sólo muestra indiferencia, también la mostrará después. Sus piernas estarán ligeramente dobladas, no tanto como cuando nos acurrucamos entre las sábanas en invierno. Estarán caídas. Su respiración será lenta, casi inexistente. Su paño se habrá ligeramente desecho y se podrá apercibir uno de sus glúteos que acaba en un bello muslo que no cobra fin. Sus manos estarán levemente abiertas, sus dedos de la mano izquierda apuntarán hacia los astros, los de la mano derecha hacia la tierra. Y entonces cerrará suavemente los ojos, indolente. Y llegará, lo envolverá rozando su piel. Una última exhalación y abrirá lo que fueron sus ojos. Se reunirá con Yashiro. Ya se va.


S.Twski
                        Academia del natural (hombre), 1887, Óleo sobre lienzo, Sorolla

Este cuadro se halla en el Museo de Bellas Artes de Valencia, el Pío V. En uno de los pasillos dedicados a los cuadros de Sorolla emiten un documental sobre el pintor. Han cambiado el documental en el que hablaban en valenciano. Le he preguntado a la mujer que trabajaba en la tienda de souvenirs si sabía algo sobre el documental precedente. No sabía nada, entonces decidí preguntarle  a los guardias que distribuyen los tickets, y que por cierto no han cambiado en 4 años. Me afirmaron que sigue siendo el mismo documental pero que lo han puesto en castellano. Me gusta creer que al pasar por esos pasillos accedí a otra dimensión en vez de pensar que me toman por una retrasada para luego tener una excusa al haber disparado varias veces en sus cajas torácicas. En la comisaría tan simplemente afirmaré que creí hallarme en otra dimensión.