lundi 11 août 2014

La homosexualidad masculina japonesa en los tiempos de postguerra.

BLANCO, blanco, BLANCO,
Unamuno, no, que no me arrojes al Pérez.
Que no, que no quiero ese árbol con esas cosas colgando,
que no me pongas al Vronski delante que le digo al Rimbaud
que te lance arcos sin flechas y te disparará su novio en la mano.
Y después a ver quien llora cuando se tire tu perro en las vías del tren y llegue tu vecino, el de Cai,
comiendo pescaito frito en tu entierro, y que después lleguen los vecinos enfadaos y con mala leche porque huele a pescao.
Que no hombre, que no.
S. Twski
I am a hero, Hanazawa Kengo
                                                     

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